El mortero es uno de los artilugios de cocina más antiguos que existen y que seguimos utilizando en nuestras cocinas. A pesar de que su origen es antiquísimo, no cae en el olvido. Ya en las cavernas los primeros humanos excavaban huecos en la propia piedra de las montañas para moler semillas y aquellos alimentos duros que les servían de alimento. Existen morteros de cocina en todas las culturas: la egipcia, la milenaria china, la griega, la romana, las culturas precolombinas…
Los materiales que se han utilizado son diversos: desde piedra o cerámica hasta mármol o metal pasando por madera. Materiales todos ellos preparados para soportar los golpes fuertes y prolongados que van a recibir.
Hoy en día, debido a los robots de cocina y otros modernos electrodomésticos, el mortero ha quedado relegado a machacar pequeñas cosas y aliños. Pero una cocina bien equipada debe incluir siempre un mortero entre sus utensilios. ¿Por qué? Hay cantidades que son demasiadas pequeñas para moler que una batidora no podría hacer. Además, hay alimentos que deben ser machacados pero no triturados.
Lacor lanza al mercado un mortero. Fabricado en granito de calidad Premium, es pesado y bien balanceado. Perfecto para moler y triturar de manera rigurosa. El diseño de la mano permite maniobrar con facilidad y con poco esfuerzo. Además, su exterior de granito pulido permite limpiarlo más fácilmente. Su interior es no poroso y permite extraer los aceites naturales de las hierbas y especias sin que sean absorbidos por la piedra.
Está disponible en dos medidas:
12×8
14×10
Y vosotros, ¿utilizáis mucho este utensilio en vuestras cocinas?
