El plato que nos trae hoy Cristina de @EspíaEnLaCocina está lleno de sabores y aromas que recuerdan un poquito a la cocina árabe. Una receta muy sencilla y con poca elaboración pero que es un auténtico gusto para los sentidos. Se trata de un plato tradicional originario de los pueblos de la sierra de Jaén, concretamente de la Sierra Mágina. Una zona maravillosa donde disfrutar de la naturaleza y del turismo rural.
Ingredientes para 4 personas
- 900 grs de espinacas frescas
- 4 huevos M
- 2 dientes de ajo grandes
- 2 rebanadas de pan del día anterior
- 100 mls de agua
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- 1 cucharadita de pimienta en grano
- 1 cucharadita de comino en grano
- 1 cucharadita de sal
- 6 cucharadas de aceite de oliva
Elaboración:
En una sartén grande ( yo he utilizado ésta sartén Ferrum de hierro natural y sin antiadherente de Lacor ) calentamos el aceite de oliva a fuego medio e incorporamos los dientes de ajo pelados y enteros y los doramos por ambos lados. De esta manera, aromatizamos el aceite. Una vez listos, los retiramos y los depositamos en un platito. En ese mismo aceite freímos ahora las dos rebanadas de pan hasta que estén doradas. Las reservamos también.
En esa misma sartén añadimos las espinacas frescas en varias tandas y las rehogamos. Con ayuda de una espátula vamos aplastándolas un poco para que se vayan haciendo. Tardaremos un ratito ya que es mucha cantidad pero luego comprobaremos que merman bastante. Echamos la sal y el pimentón dulce, removemos y cuando estén listas las apartamos del fuego.
Vamos a preparar a continuación un majado que le dará un toque muy especial a nuestro plato de espinacas. En un mortero ( si es de granito como éstos mejor ;-) ponemos los ajos que hemos reservado antes, la pimienta y el comino en grano y machacamos. Incorporamos el pan frito troceado y el agua y continuamos machacando hasta conseguir una pasta.
Vertemos la mezcla del mortero sobre la sartén donde tenemos las espinacas y mezclamos bien con la espátula. Ponemos de nuevo la sartén a fuego medio y cocinamos durante un par de minutos mientras removemos un poco. Con la espátula haremos cuatro huecos entre las espinacas y cascaremos los huevos sobre ellos. Tapamos la sartén y dejamos que los huevos se cuajen. Es importante no pasarse con el tiempo porque buscamos que la yema quede muy líquida. Una vez listos, apartamos del fuego y emplatamos. Pondremos un huevo por comensal con unas pocas espinacas y degustaremos caliente acompañado con un buen trozo de pan.
